¡¡Cazadores de Sombras: Ciudad de ángeles caídos!! *¬*

martes, 24 de mayo de 2011

Capítulo 87 (D)

Después de salir del castillo, fuimos otra vez al centro de ese pequeño y extraño pueblo, dónde todos los pasajeros y los residentes hacían fiestas, bailaban y todas esas cosas, así que nos habíamos ido a un pequeño restaurante y tomamos algo allí, pero en la terraza, para ver a la gente. Kira sonreía cada vez que las luces de las pequeñas farolas parpadeaban, y Elisa también reía con ella.
Cuando pasamos muchísimo rato allí, una chica vestida con vaqueros oscuros, una chaqueta y unas enormes gafas de sol (no tan chulas como las mías, ojo) caminó hacia nosotros mientras sacaba fotos al lugar. Reconocí quién era por su pelo rojizo. Me levanté de mi silla.
Alex paró a nuestro lado, y sonrió con la cámara todavía en las manos.
-Alex –dije.
-¡Hey! Aquí estoy.
-¿Y… qué haces con…? –señalé con la mirada la cámara.
-¿Tú qué crees? ¡Sacar fotos a todo esto! Quiero que Jack se muera de envidia… -miró hacia Elisa, que se había levantado y colocado a mi lado, y luego a Kira-. Hum, veo que os habéis encontrado –me miró-. Menos mal, ya me veía contigo recorrer todo el lugar para encontrarlas.
Me reí, y Elisa y Kira sonrieron.
-Bueno, ¿vamos?
-¿Y qué va a pasar con todas estas personas? –preguntó Elisa, preocupada.
Alex se encogió de hombros mientras se guardaba la cámara en el bolsillo.
-No te preocupes. Volverán al tren y creerán que todo esto es un sueño.
-Hum.
Sonreí. Alex se acercó a la pared del restaurante y creó un Portal del tiempo, tan diferente de los míos. Al terminar, nos indicó con la cabeza que nos metiéramos.
-Venga.
Pasaron primero ellas, luego yo y por último Alex, cerrándolo.
Caímos en el internado de ésta, en los jardines delanteros, dónde nos esperaban Jack, Leo y otros hombres vestidos de negro que no reconocía.
Alex fue directamente a los brazos de Jack, enseñándole la cámara con una sonrisa burlona.
-Mira lo que tengo y tú no –dijo medio cantando con voz de niña.
Jack le sonrió con ternura y le dio un beso en los labios.
Desvié la mirada, y me encontré con la de Elisa. Se ruborizó violentamente, y yo sonreí con sorna. Me acerqué a ella y también la besé, un beso un poco más largo que el de Alex y Jack.
Al separarnos, les miré.
-Hey, aquí todos podemos jugar –dije.
Me miraron con las cejas alzadas, y se rieron. Abracé a Elisa.
-Bueno, entonces ya está todo, ¿no? –Dijo Jack, y miró a Alex-. ¿Hace falta que te vayas más?
-No, tranqui. Aquí me quedo.
-Bien, pues será mejor que volvamos a casa –dije, pero reparé en una cosa-. ¿Y Penny?
-La volvimos a llevar a casa…
-Bien. Yo creo que ya tuvimos suficiente por un tiempo…
Elisa cogió la mano de Kira y los tres subimos a mi coche. Cuando cerré la puerta, bajé la ventanilla tintada para ver la cara de esos dos.
-Hum… Damen, creo que… -empezó Alex, miró a Jack, y éste, al sonreír, negó con la cabeza. Ella sonrió y se encogió de hombros-. Bueno, ya verás. ¡Hasta que nos veamos! Que si no me equivoco será dentro de poco…
-Sí –contesté, y sonreí-. Hasta pronto.
-Chao.
Subí la ventanilla y arranqué el coche. Elisa me miró.
-¿Cómo que os volveréis a ver? –preguntó con curiosidad. Yo sonreí.
-Te lo diré cuando llegue el momento, lo juro.
Puso los ojos en blanco, y miró por la ventana. Pero yo me puse a pensar en lo que Alex me iba a decir pero no dijo…