¡¡Cazadores de Sombras: Ciudad de ángeles caídos!! *¬*

lunes, 24 de enero de 2011

Capítulo 72 (E)

Aparecimos al principio de una colina, dónde, en la cima, había un castillo del siglo XV, más o menos. Damen condujo por el camino que llevaba hasta allí, y aparcó justo en la entrada.
Salimos del coche, y cuando miré hacia una esquina de una de las torres, juraría haber visto un fantasma. Con la piel de gallina, sacudí la cabeza y me arrimé más a Damen. En los alrededores había jóvenes de entre doce y dieciocho años sentados en el césped con uniformes, hablando en grupos o demás, pero se nos habían quedado mirando.
Damen petó en la enorme puerta. Un hombre vestido con una chaqueta larga hasta los tobillos abrió. Alzó las cejas al reconocerle.
-Oh, vaya, usted… -balbuceó.
-Sí, sí, ahora déjame pasar.
Damen le apartó de su camino y pasó sin permiso. Recorrimos varios pasillos hasta llegar a una puerta. La abrió sin petar ni nada, y dentro había un hombre detrás de un escritorio. Alzó la mirada, y nos vio. Se levantó de repente.
-¿Qué…? ¿Qué hace usted aquí? –dijo.
-Estoy buscando al ángel del tiempo. ¿Dónde está? Escuché que le habíais arrastrado hasta aquí…
-Ahora mismo no puede…
Pero Damen le ignoró, y al darse media vuelta se encontró con un chico más o menos de su edad y altura, de pelo negro y guapo. Se cruzó de brazos.
-¿Quién eres tú? –dijo.
-Tu peor pesadilla si te interpones en mi camino –le contestó Damen.
-¿Cómo te atreves a hablarme así?
-¡Jack, por favor, no hagas nada! –le gritó el hombre de antes desde dentro del despacho.
Salió, intentando separar a Damen y a ese tal Jack.
-¿Te llamas Jack? ¡Estupendo! Se nota que este va a ser mi día favorito –dijo Damen con ironía.
El chico bajó su mirada hasta Kira, y abrió mucho los ojos.
-¡Un momento! ¿Ella es…?
Kira se colocó detrás de mí, y Damen se interpuso entre Jack y nosotras.
-La tocas y estás muerto. ¿Dónde está el ángel del tiempo?
-¿Crees que te lo voy a decir? Conozco a los de tu especie. Os creéis que sois unos protectores de primera, pero los guardias estábamos antes.
-Mira, chaval. Eso a mí me importa una mierda, ¿te queda claro? ¡¡Dónde está!! ¡Tengo que salvar a una persona muy importante para mí, así que dímelo!
El tal Jack seguía callado. Damen, al ver que no hacía nada, suspiró con fuerza y le apartó de un empujón. Le seguimos, subiendo unas escaleras de caracol hasta llegar a un pasillo con varias puertas, y Damen fue petando una a una con fuerza. Los alumnos que había dentro fueron saliendo a medida que pasábamos.
-¡Estate quieto! –gritó Jack corriendo, y se colocó delante de nosotros.
-Hey, ¿qué pasa aquí? –dijo una voz femenina.
Detrás de Jack apareció una chica de pelo rojizo y unos ojos muy extraños, con el iris tan plateado como el pelo de Damen.
Jack se puso delante de ella.
-Ni os acerquéis –murmuró.
-¿Tú eres el ángel del tiempo? –preguntó Damen.
-Sí, ésa soy yo. ¿Por qué?
-Necesito tu ayuda. Por favor.
La chica apartó a Jack a un lado con suavidad, y se acercó a Damen. Se cruzó de brazos, le examinó, y sonrió.
-Hum, eres muy guapo, así que te ayudaré. ¿Qué necesitas?
-Que me lleves al pasado.
La chica parpadeó.
-Al pasado –Damen asintió-. Hum… ¿y se puede saber el por qué?
-Por venganza.
-Hum, me gusta. La venganza. ¿Por qué no? Te ayudaré. ¿Y cuando quieres que te traiga?
-Dentro de unos días. ¿Podrás?
-¡Por supuesto! Soy imparable.
Sonreí. La chica me miró, y también sonrió. Luego miró a Kira.
-¡Vaya! ¡Una de las mías! Hola, bonita.
Kira tenía los labios apretados y se aferraba con fuerza a mi pierna.
-Veo que es tímida. Bueno, venga, vamos.
-Pero Alex… -dijo Jack.
-Venga, hombre, siempre tan pesado. No le hagáis ni caso. Vamos.
Todos salimos afuera. Los alumnos ya habían entrado en el colegio, por lo que sólo estábamos nosotros afuera.
En la pared de una de las torres del castillo, Alex posó su mano. De repente, un Portal diferente al que hacía Damen, de color azul eléctrico, apareció en ella. Cuando terminó, se apartó de ella, y miró a Damen.
-Bueno, ahí lo está. Dentro de cinco días justos, aparecerá un Portal como este en la ciudad que estés. Entonces apareceré yo y te llevo, ¡y listo! ¿No es difícil, verdad?
-No.
-Hum, para ir a la época que quieras, es como un Portal normal, piensa el año o siglo, nada más. Y el lugar, claro.
Damen asintió, y se volvió hacia mí.
-Elisa, espérame. Penny –la miró-, cuida muy bien de Kira y Elisa, ¿de acuerdo? Es una orden.
Penny asintió emocionada.
-¡Sí, señor!
-Kira, pórtate bien.
Kira asintió. Damen se acercó a mí, me besó y se volvió hacia el Portal.
Mi corazón empezó a latir frenéticamente. Temía que no volvería a verle. No quería separarme de él.
Cuando entró en el Portal, éste se estaba cerrando lentamente, y yo, por un impulso que no pude explicar muy bien, corrí hacia él y entré justo antes de cerrarse.
El problema es que juraría que mientras corría algo se agarraba a mí…